domingo, 25 de marzo de 2012

El orden de las cosas. (En honor al día 8 de Marzo)


“La violencia es el último recurso del incompetente”.- Isaac Asimov 


    Hace varios días se celebraba el día internacional de la mujer trabajadora, por ello he querido dedicar una entrada al día 8 de Marzo (Día internacional de la mujer). Además en la antigua carcel de Segovia (centro de creación) se pueden ver varios encuentros desde el pasado día 23 de Marzo hasta el día 1 de Abril. Los encuentros se llevaran a cabo por mujeres que transforman el mundo.

Esta entrada se basará en un corto que vi. Éste lo descubrí una noche en la que hacía zapping, y encontré un programa de la 2 “Somos cortos”, el cual consiste en la reproducción de cortometrajes.

Un cortometraje de los hermanos Esteban Alenda,  nominado al Premio Goya 2011 al Mejor Cortometraje de Ficción. Protagonizado por Manuela Vellés, Mariano Venancio, Javier Gutiérrez, Biel Durán, Junio Valverde, Jose Luis Torrijo, Ana Gracia, Roger Álvarez y Manuela Paso.


“El orden de las cosas”,  Trata la vida de Julia que transcurre en una bañera y gota a gota irá reuniendo el valor necesario para cambiar el orden de las cosas.





“El Orden de las Cosas” utiliza la búsqueda de un cinturón escondido para representar el tema de la violencia de género. Desde el principio, Marcos, un joven, busca su cintiron por todos los rincones de la casa. Se trata de un cinturón muy especial, al que tiene mucho afecto ya que ha ido heredándose a lo largo su generación; pero por mucho que busca no lo encuentra. Pide ayuda a Julia, pero no responde.

Desde la bañera, Julia es testigo de cómo Marquitos (el hijo) va creciendo mientras ayuda a su padre a buscar el cinturón. También ve cómo al volverse adulto, Marquitos decide no seguir buscando el cinturón y tras discutir con Marcos se va de casa para siempre.

Gota a gota, el grifo mal cerrado va llenando poco a poco la bañera. El agua de la bañera ahoga los gritos de sufrimiento y dolor de Julia.

Julia recibe la llamada de Marquitos, pero la amenaza de Marcos, al pié de la bañera, de tirar de la cadena del tapón, le hace no contestar al teléfono. Marcos, muy satisfecho, se emociona y la abraza, pero su pequeña victoria dura poco porque el teléfono vuelve a sonar, y esta vez Julia, tras un pequeño forcejeo, reúne valor para coger el teléfono. Marcos se ve obligado a tirar de la cadena del tapón. Y mientras escuchamos a Marquitos al otro lado del teléfono gritando a su madre que se vaya de allí, el nivel del agua desciende, revelando el cuerpo lleno de golpes y moretones de Julia, hasta quedar la bañera casi vacía. Llaman al timbre. Son la hermana y el hermano de Marcos junto con sus respectivas parejas. Entre todos ayudan a un avergonzado Marcos a buscar el cinturón y responsabilizan a Julia de todo lo que pasa, por su cabezonería.

El tiempo pasa y las gotas de agua irán cayendo cada vez más deprisa hasta llenar de nuevo la bañera. Ya mayor, Marcos pierde los nervios y bajo la amenaza de volver a tirar del tapón de la bañera, consigue que Julia finalmente saque el cinturón escondido de debajo del agua. Y justo cuando Marcos se hace con el cinturón, una lágrima de Julia se estrella contra la superficie del agua de la bañera, haciéndola rebosar. Julia, por fin, grita como no lo había hecho en toda su vida. El agua de la bañera se desborda como una cascada, inundando rápidamente el baño. Marcos tira del cinturón, pero éste está enganchado al fondo de la bañera. El baño se acaba por inundar, junto con Marcos y Julia.

 Una vez bajo el agua, Julia ve una intensa luz al otro lado del techo del baño. Julia intenta que Marcos suelte el cinturón para irse con ella, pero Marcos, joven otra vez, es incapaz de soltarlo. Julia finalmente nada hacia la superficie del agua y se adentra en la luz. Marcos queda en el fondo, aferrado al cinturón.



Julia emerge del agua. Mira en todas direcciones y no ve más que agua. Está en medio del océano y su figura se hace cada vez más pequeña hasta desaparecer en la inmensidad del mar.

Imágenes finales de bañeras encalladas en la orilla del mar, y pisadas en la arena que se adentran tierra adentro.


Como opinión personal, fue un golpe de suerte el chocar con el cortometraje al que he dedicado está entrada, me pareció interesante el como en 20 minutos de duración podías sacar tantas cosas en conclusión y con un dialogo tremendamente conciso. Podemos apreciar con este ejemplo, que las imágenes y expresiones de los fabulosos personajes, lo dicen TODO. De hecho siempre que puedo recomiendo ver el cortometraje, ya que después de todo permite acaparar diversos significados.

Aparte es increíble la cantidad de contextualización que poseen las imágenes haciéndolo de tal modo que con el mínimo concepto, puedas captar una historia entera.


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