Y como era de esperar, es imposible que la cantidad de interpretaciones simbólicas que contiene “El orden de las
cosas” pasara inadvertido para quedarse en el tintero.
“El Orden de las Cosas” trata sobre
la violencia de género, y desde el principio del cortometraje se decide
abandonar la senda del realismo para hacer una interpretación
simbólica e intencionadamente surrealista de la
realidad con el fin de provocar una respuesta
reflexiva en el espectador, muy distinta de la que provoca la cruda realidad mostrada tal cual.
El
cortometraje intenta sobrecoger renunciando en todo momento a mostrar la
violencia
explícitamente. Mediante el uso de metáforas visuales (gotas de agua, el
cinturon…), se pretende transmitir la indefensión y el sufrimiento ocasionados
por el maltrato y todos sus efectos, mostrando los moretones pero no los
golpes.
En la
historia hay dos objetos protagonistas: el cinturón y la bañera. Por un lado,
el cinturón es el símbolo de los valores tradicionales que a lo largo de muchas
generaciones han ido sometiendo al género femenino a favor del masculino. Él
pretende que ese legado de valores continúe, y espera que su hijo Marquitos
acepte el cinturón con todo lo que ello implica. Y aunque al principio parece
que logra educarle para tal efecto, afortunadamente al final decide
negarse a ello. Dicha negativa acrecienta la frustración de Marcos. Al igual que
un domador de leones con su látigo, Marcos usa el cinturón para domar los
valores de Julia. Sin embargo, ella se niega a pasar por el aro escondiendo
el cinturón. No se rebela atacando a su domador, sino que se mantiene a la
expectativa, esperando. Realmente, ambos esperan a que el otro cambie, pero
eso no ocurrirá a menos que uno ceda. Y sería una relación satisfactoria
siempre y cuando quedara siempre claro quién domina a quién. Pero el hecho
de que ella se niegue a aceptarlo lo desespera, convirtiéndolo todo en un
auténtico sufrimiento para él.
El otro
elemento importante en la historia es la bañera donde Julia encuentra su refugio
y, al mismo tiempo, su prisión. A lo largo de la historia el agua en la bañera
es el fiel reflejo de los sentimientos y los estados de ánimo de la protagonista.
Julia, gota a gota, poquito a poco, va reuniendo el coraje necesario para
reaccionar. La bañera se va llenando lentamente hasta acabar desbordándose, de
la misma forma que se desbordan también los sentimientos de Julia en una
cascada irrefrenable e irreversible de dolor y rabia acumulada durante toda una
vida de sufrimiento.
Y tras inundarse
el cuarto de baño, Julia asciende a la superficie, apareciendo en mitad del
océano, algo tan liberador como aterrador, ya que tras liberarse de una
relación de maltrato una persona tiene el miedo de enfrentarse sola al mundo,
sintiéndose insignificante como un naufrago en mitad del océano.
Tendrá que
nadar mucho para encontrar tierra firme y poder marcar su propio camino en la
arena.
atrás y las pisadas en la arena la esperanza de la vida nueva que empieza. El
hecho de que haya varias bañeras quiere decir que ella es una más de las mujeres que se han liberado de su particular prisión.
“El Orden de
las Cosas” es un cortometraje que trata sobre la esperanza. La
falsa
esperanza en que una vida trágica pueda cambiar sola, y la verdadera esperanza
en que una decisión tomada a tiempo puede hacernos empezar unanueva vida que seguramente sea mejor.
Pero
no sólo la disposición de objetos y actos tienen su simbología también los hay
en los personajes:
Ella no abre
la boca porque Marcos no le deja tener voz propia. Tiene que
sumergirse en
el agua para gritar. Pero el agua silencia el grito.
Ella siente
miedo e humillación, pero, sobre todo, una inmensa tristeza que se va
convirtiendo en desengaño. Al final,
tras explotar después de ser testigo de una vida sufriendo en silencio, ella incluso
le ofrece a Marcos la oportunidad de abandonar sus valores y liberarse con
ella de ese lastre, pero ya es demasiado tarde para que cambie.
Marcos se
mantendrá aferrado a su cinturón, símbolo de los valores en que
cree, y se
ahogará junto a él y junto a todo lo que él representa.
Al final
emerge como si nada de lo ocurrido hubiera pasado. Como si hubiera
tenido la oportunidad
de ser testigo de la vida que le esperaría si no decidiera
liberarse.
MARCOS
En ningún
momento sabemos en qué trabaja ni demás información innecesaria que desviaría
la atención sobre el tema fundamental. Se llama Marcos, como
seguramente
su padre y su abuelo, y ha llamado Marquitos a su hijo. Intentará mantener en
su hijo los valores que a él le enseñaron, su orden de las cosas, pero el hijo
no lo aceptará y Marcos renegará de él.
Marcos es el
malo de la historia, pero no se pretende mostrar al maltratador
como a un
monstruo. Ha sido educado así y en cierta forma no tiene culpa de
ello. Él
sufre maltratándola, pero aun así lo hace porque ha sido educado para
hacerlo. Esto
provoca en él un serio conflicto interior entre el deber y el arrepentimiento,
del que responsabiliza exclusivamente a Julia.
Presentamos
al maltratador como un personaje contradictorio que puede llegar incluso a
arrepentirse de lo que hace. No puede evitarlo y cree que debe hacerlo. No
comprende por qué si las mujeres de los otros lo aceptan, por qué Julia no. Quiere a
Julia. Seguramente por eso sufre haciéndola daño.
A medida que
avanza la historia, Marcos se adentra en un creciente estado de
sufrimiento.
El único momento en el que se pone contento es cuando, con la
amenaza de
tirar de la cadena del tapón de la bañera, consigue que Julia no
responda al
teléfono. Eso es un logro para él. Ha conseguido que ceda. Llega
incluso a
emocionarse. Tiene la esperanza de hacerla cambiar, aunque dura
poco.
Marcos en ningún
momento pide perdón por lo que hace, porque verdaderamente piensa que no hace
nada por lo que deba pedir perdón. Ha
sido criado
así, es su naturaleza. No cree hacer nada malo. Simplemente
alecciona a
su pareja para que actúe según su propio “orden de las cosas”, que considera
único.
si es muy triste la historia espero que ninguna mujer pase por eso como paso julia
ResponderEliminarQue triste historia ojala no halla mas cinturones de esos anticheveres
ResponderEliminarUn cortometraje muy bueno, muy malo en parte por ser un dato real, muchas mujeres pasan por ésto.
ResponderEliminarNo es nada de naturaleza, nosotros podemos cambiar eso "valores", y dejar atrás el patriarcado.
me dio mucha pena este corto ,pero el prolema es que pasa en la realidad y no solo le pasa a una mujer le pasa a centenares de mujeres.y ojála que esto pare y como: pues educando.
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