Yo me llamo Isabel, Isabel Marcos, estudié arte durante
mis dos años de bachillerato.
Un día estaba en clase de técnicas de expresión
gráfico-plásticas, ¿Para los amigos?, “Color”. Fue una experiencia un tanto
agradable con una dosis de nuevo conocimiento.
Estaba haciendo un nuevo cuadro de temática paisajística,
donde aparecía un arbolito, éste se encontraba solitario en medio de la zona
baja de una colina. El color del cielo se reflejaba, al igual que lo hacía el
sol de un atardecer sin estorbosas nubes, en un riachuelo que alimentaba al
pequeño árbol.
El cielo que me dispuse a pintar consistía en la
mezcla del color blanco marfil con un azul cian. Pero no era suficiente, eran
necesarios más colores para poder calcar el color que veía en el cielo.
A medida que avanzaba con la trayectoria del
cielo de mi cuadro, iba introduciendo más colores, una pequeña dosis de magenta
mezclada con amarillo, con el fin de fijar el anaranjado que el atardecer me
pedía, pero seguía sin ser suficiente.
Ya no sabía lo que hacer, cada vez que miraba la imagen, veía más colores, veía más formas, entonces me dispuse a pedir ayuda a mi profesor.
-Tengo un problema,
¿Cuántos colores ves aquí? Le dije a mi
profesor.
-Todos, los veo todos.
Azul, blanco, negro, amarillo, magenta, incluso un toque de verde. Me contestó.
-Yo le dije sin más. Pero Amado, Estás seguro que… El color de cielo
que yo veo, ¿Es el mismo que ves tú?
-Él me contestó. ¿La verdad?, pues no lo sé, pero en toda mirada hay
distinta interpretación. Puede ser que tu compañero no hubiera visto que aquí
hay morado y podría haber puesto un gris enfurruñado.
Entonces pensé, reflexioné, me di cuenta de que
cada día añadía más colores, pero los descubría no por el conocimiento que
poseyera sobre arte y pintura, sino porque cada persona ve las cosas, objetos,
colores como le parece, como él cree que debe hacerlo.
He decidido establecer este título, porque deja
entender en segundas líneas que cada uno tiene su sujeción, entendimiento,
sobre diversas cosas, imágenes, contextualización, ideas e incluso sobre los colores….
Después de todo me di cuenta de que “La realidad
dependía del cristal con que se mirase”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario